lunes, 14 de agosto de 2006

¿Que hubiera pasado si…?

Un sencillo ejercicio intelectual (el futurible) ayuda a comprender la diferencia entre lo ocurrido con una gestión de progreso y lo que hubiera pasado con la gestión que estarían otros haciendo.

Así, una lujosa urbanización exclusiva (de lujo) en Tablada avanzaría a buen ritmo en su construcción. Continuaría el vertido diario de 20 toneladas de monóxido de carbono sobre la fachada de la catedral. O´Donnell seguiría siendo un peligroso canal de tráfico y de peatones intentando no ser pillados. La Alfalfa y su entorno no tendrían esperanza alguna de dejar de ser un caos de tráfico y un aparcamiento descontrolado... Y la Encarnación seguiría esperando su hora otros treinta años. No se habrían construido 15.000 viviendas de VPO, sino (siguiendo la media de antes) unas 600.

Eso sí, se estarían desarrollando “grandes obras” en la ciudad: por ejemplo la construcción a cualquier precio la Central Térmica de la Punta del Verde junto a los vecinos, o un inmenso garaje en La Alameda, un edificio burocrático en el Prado, un bloque de viviendas de lujo en el edificio de la comisaría de la policía de La Gavidia...

La ciudad seguiría sesteando en la inactividad. Grandes operaciones inmobiliarias abrían coronado numerosas deslocalizaciones industriales. Nos habríamos quedado sin Cruzcampo, sin Abengoa, sin Construcciones Aeronáuticas, el Puerto se hubiera hundido con Astilleros...

Por supuesto que 3.000 parados no tendrían bonobús gratis, el metro sería sólo una herramienta a usar contra la Junta de Andalucía. Los barrios seguirían conociendo las mismas carencias que siempre, porque no se hubieran invertido 100 millones de euros en su rehabilitación. Todas las instalaciones deportivas tendrían una gestión mercantilista a costa de la calidad del servicio a los ciudadanos usuarios. La programación cultural seguiría siendo tan de escaso fuste como en otras épocas.

Afortunadamente, los ciudadanos decidieron que todo ello no ocurriera. El gobierno de progreso de Sevilla es el gobierno de los ciudadanos, está en coalición con la mayoría social de la ciudad.

La sociedad desconfía ya de quienes atacan a este gobierno con el objetivo de revertir esta situación en la que realmente son los ciudadanos quienes gobiernan y los poderes no democráticos se someten a la voluntad de la mayoría y al interés general. La ciudadanía y sus movimientos saben que este gobierno es el gobierno de la gente, el que mejor defiende y defenderá sus intereses frente a los grandes poderes.(En EL CORREO DE ANDALUCIA de 13 de agosto)