¿No te suena a tí todo esto?
¿Podríamos hacer el ejercicio de imaginar cómo sería Sevilla ahora sin las obras del 92? Quizás no sea necesario hacer un repaso sobre ellas, pero si que creo que sería interesante que recordáramos cual fue la acogida que algunos sectores dieron a aquel gran impulso modernizador que estaba sucediendo en Sevilla: trabajaron arduamente durante tres o cuatro años para, de forma persistente, sistemática y coordinada, realizar una estrategia de desprestigio ante la ciudadanía de este enorme esfuerzo que se estaba realizando.
Dijeron que el AVE no servía para nada, que nadie se subiría porque era muy caro, que iba desde ningún sitio a ninguna parte. Dijeron que el Aeropuerto era demasiado, que el Puente el Quinto Centenario era ridículamente grande. Se quejaron hasta la saciedad de que se hicieran tantas obras a la vez. Se instó a la población a no adquirir el pase de temporada, por caro. Después por supuesto se protestó cuando se suspendió la venta de pases una vez alcanzado el cupo estimado. Un candidato a la Alcaldía se declaró objetor de la Expo. En un guiño amargo, la historia le permitió inaugurar aquello de lo que era objetor. Incluso se llegó a pedir que Sevilla renunciara a celebrarla, antes eso que la indignidad, decían. Se machacó y se persiguió a uno de los artífices de ese esfuerzo de gestión, que fue Jacinto Pellón. Y se dejó una enorme deuda pendiente con quienes impulsaron desde la Presidencia del Gobierno de España todo aquello y mucho más. ¿No te suena a tí todo esto?.(Más en :ABC de Sevilla)