La Cruz del Campo
Hay sectores de esta ciudad que nunca han querido que Sevilla dejara de sestear, dejara de ser una ciudad provinciana, controlable a su albedrío por un pequeño y selecto grupo, tomando las decisiones en despachos distintos a los del ayuntamiento. El objetivo es que en Sevilla no se mueva una hoja. Porque si Sevilla avanza, si Sevilla se moderniza, no sólo conoce mayor bienestar socio- económico, sino que la ciudad se abre a nuevos grupos impulsores, surgen nuevas alternativas empresariales, surge la competencia, el poder de decisión en materia económica deja de estar exclusivamente en sus manos.
Y por supuesto, en materia urbanística las decisiones pasan a tomarse en beneficio de la mayoría de la ciudad, a favor de la industria productiva que crea empresas y empleo, de los espacios libres y de la vivienda protegida, y no de los intereses rentistas. Esa es la verdadera razón de ese inmovilismo...
Mientras en otras ciudades se extiende la preocupación por la llamada deslocalización industrial, esto es, que grandes industrias del automóvil, o el textil, o las manufacturas, prefieren irse a otros países con menores costes saláriales, en Sevilla hemos querido y hemos sabido hacer que las principales industrias tradicionales se queden en la ciudad, se amplíen en la ciudad, y generen empleo en la ciudad. En este sentido sólo cinco grandes proyectos en marcha, como son EADS-Casa, Cruzcampo, Renault, Abengoa y el Puerto están suponiendo ya una inversión de 6.000 millones de euros en Sevilla.(Más: Diario de Sevilla)