lunes, 7 de agosto de 2006

"Las obras en Sevilla"


"Hay gente que pasa por los cargos públicos como la luz por el cristal, sin romperlo ni mancharlo; o sea, sin correr los riesgos de las decisiones ni afrontar la impopularidad de hacer cosas que siempre molestan a alguien. Todavía se recuerda la agria polémica que montaron los comerciantes cuando, creo, Soledad Becerril levantó la calle Tetuán para hacerla peatonal y acabar convirtiéndola en la más cara de Sevilla. Se unen, en el griterío que sufre la ciudad, intereses diversos que acuden como pretexto a las obras que está acometiendo el Ayuntamiento en una operación sin más precedente que la Expo 92. Pero la bronca tiene trampa. Lo que se pretende es desalojar al Partido Socialista del Ayuntamiento erosionando la imagen del Alcalde. En definitiva, en esta pringosa estrategia se pretende calcinar a los que hacen las obras para que las inaugure sin mancharse los mocasines el candidato que ellos quieren: la prensa militante (lo que empieza a ser una redundancia) los grupos fácticos de la Sevilla inmarcesible y los políticos que están en la oposición. He leído que un dirigente socialista considera a Monteseirín el candidato “lógico”. Me parece cicatero el aserto. Que decidan los ciudadanos pero el currículum que presenta esta Corporación merece el reconocimiento de quienes en poco tiempo y, después de un retraso de siglos, vamos a circular por la ciudad en metro, en un tranvía que desearíamos de recorrido más largo y por unas avenidas ganadas al coche. Hay que ser mezquino para agitar a los ciudadanos contra los que han decidido no sestear en el escaño."
CARLOS ROSADO COBIÁN en EL CORREO DE ANDALUCÍA.