viernes, 24 de noviembre de 2006

Completamente viernes

Las palabras son barcos y se pierden así, de boca en boca,como de niebla en niebla.Llevan su mercancía por las conversaciones sin encontrar un puerto,la noche que les pese igual que un ancla.Deben acostumbrarse a envejecer y vivir con paciencia de madera usada por las olas,irse descomponiendo, dañarse lentamente,hasta que a la bodega rutinaria llegue el mar y las hunda.Porque la vida entra en las palabrascomo el mar en un barco,cubre de tiempo el nombre de las cosasy lleva a la raíz de un adjetivoel cielo de una fecha,el balcón de una casa,la luz de una ciudad reflejada en un río.Por eso, niebla a niebla,cuando el amor invade las palabras,golpea sus paredes, marca en ellaslos signos de una historia personal y deja en el pasado de los vocabularios sensaciones de frío y de calor,noches que son la noche,mares que son el mar,solitarios paseos con extensión de frase y trenes detenidos y canciones.Si el amor, como todo, es cuestión de palabras,acercarme a tu cuerpo fue crear un idioma. (Luis García Montero)