domingo, 23 de julio de 2006

Obras en Sevilla. Razón aquí.

Muchos comentarios en este blog, y también muchos ciudadanos por la calle, manifiestan su acuerdo total con las mejoras que estamos haciendo en la ciudad (metro, peatonalizaciones, metro_centro, arreglos en barrios, etc...). Pero me preguntan si es necesario que coincidan tantas obras al mismo tiempo.La explicación del volumen de obras actual en la ciudad se basa en tres razones:

1. La acumulación de tareas pendientes.

Después de la Expo’92, la ciudad cayó en una época de estancamiento en todos los sentidos, también en la propia gestión local. Durante todo el decenio de los noventa, prácticamente no hay ninguna gran realización urbana en Sevilla, si exceptuamos el Estadio Olímpico, o importantes operaciones urbanísticas, como Coca-cola o Uralita, por ejemplo. Los ayuntamientos de la época no supieron o no quisieron afrontar grandes retos pendientes de Sevilla, como la situación de sus barrios, la peatonalización, el metro, la Encarnación, la Alameda de Hércules, los aparcamientos subterráneos, los carriles bici, la vivienda protegida..... Toda una serie de cuestiones eternamente postergadas por ayuntamientos internamente divididos, de perfil bajo y pulso débil.

2. El nuevo impulso planificador: PGOU y Plan Estratégico.

A partir de 1999, y sobre todo entre 2000 y 2003, en Sevilla se puso en marcha un importante proceso ciudadano de reflexión para la acción, sobre la base de dos importantes herramientas de planificación: el Plan Estratégico Sevilla 2010 y el PGOU. Miles de ciudadanos participaron en decenas de reuniones y actividades destinadas a diseñar la Sevilla del futuro. Cuestiones como la vivienda protegida, la peatonalización, el impulso industrial, el plan de barrios,... todo eso surge de ese caudal de participación ciudadana. Sevilla sienta en esos años las bases de sus futuras realizaciones. Los pocos que no creyeron en que todo ello iba en serio, que decían que era papel mojado, venta de humo, pronto se darían cuenta de que lo dicho se está transformando, al pié de la letra, en lo hecho. Ahora no saben qué hacer para que se pare.

3. Una gestión social del urbanismo.

A todo ello se une que a partir de 2003 se ha reforzado una visión social del urbanismo, en la que los recursos económicos generados por el desarrollo redundan en el bien común de la ciudad en forma de arreglos en los barrios y nuevas infraestructuras. Sevilla se está desarrollando, y está consiguiendo que los frutos de ese desarrollo reviertan en la propia ciudad, en el interés común. Por eso ahora sí hay dinero para lo que antes no lo había.

Además hay que añadir que yo personalmente, y así lo dije a la ciudadanía, no iba a ser un alcalde protocolario para “calentar” el sillón, o sólo para limitarme a dirigir los servicios municipales. Soy alcalde para ayudar a la transformación y avance de la ciudad. Y por eso nos dieron su apoyo.Por eso a partir de 2003 empezaron a ponerse en marcha los proyectos planificados en los años anteriores y comprometidos por el gobierno de la ciudad en los programas electorales. Los plazos administrativos de cualquier obra pública han producido que fuera durante 2004 y sobre todo a partir de 2005 cuando las obras han empezado a ponerse en marcha.

Ahora bien, no todo lo que hay que hacer en la ciudad se está haciendo al mismo tiempo. Obras como importantes aparcamientos subterráneos, arreglos como el de C/ San Gregorio, y otras, aún siendo necesarias, están en lista de espera para no saturar aún más la ciudad de obras.Se achacan a las obras un interés electoral. Pero eso se viene diciendo desde 2004. La oposición piensa, lógicamente, sólo en términos de elecciones, intentando adelantar mentalmente la llegada de las mismas, que es su posibilidad de llegar al poder, y todo ello aunque estén a dos o tres años vista de las mismas. Hace dos años también se hablaba de “electoralismo”. Cierto es que no nos debemos dejar mediatizar por el calendario electoral pero ¿y lo contrario? ¿sería de recibo no hacer las cosas por que se acercan las elecciones?

Las obras, que ahora vemos como “el problema”, son realmente la solución a importantes problemas de la ciudad. Hacían mucha falta, algunas debieron de acometerse hace años. Ahora se concatenan de manera lo más coordinada posible. Muchas personas trabajan en su planificación, intentando reducir las molestias, adelantando los plazos. En muchos tajos se trabaja a dos y tres turnos. No falta mucho para que vayamos viendo vallas levantarse y obras concluirse. Y cuando los albañiles salgan de casa, los sevillanos sabemos que daremos por bueno lo hecho, porque hacía mucha falta para el nuevo impulso que nuestra hermosa ciudad necesitaba.Perdone las molestias:estamos trabajando para usted.