lunes, 6 de noviembre de 2006

"El milagro económico sevillano"

Los indicadores económicos de 2006 nos presentan una Sevilla que no pierde vitalidad : sólo entre enero y agosto de este año se crearon en Sevilla 3.680 nuevas empresas, lo que significa un ritmo de crecimiento anual del 7%, muy superior a la creación de empresas en Andalucía.
Las inversiones públicas realizadas en los ocho primeros meses de 2006 duplican las cantidades registradas en el mismo horizonte temporal de 2005.
Las licitaciones oficiales en Sevilla en estos meses han crecido un 103%, está muy por encima del aumento que se produce en Andalucía y España, 22% y 7,2%, respectivamente.
En cuanto al mercado inmobiliario, entre enero y septiembre de 2006 se visaron algo más de 5.000 viviendas, lo que supone un aumento interanual del 68%. De ellas el 27,3% son Viviendas de Protección Oficial, un porcentaje que no tiene parangón en nuestro entorno regional y nacional.
Por otra parte, si la actividad turística en la capital mostró durante 2005 una gran fortaleza, los datos conocidos ya hasa Septiembre hacen que este sea el mejor año turístico de nuestra historia. La potente actividad que se está produciendo en San Pablo se sitúa por encima de la tasa de crecimiento registrada en el conjunto de aeropuertos andaluces y españoles.

Igualmente, nuestra actividad portuaria ha crecido a un ritmo del 13,5%, muy por encima de la evolución seguida por el sistema portuario regional y nacional, con tasas del 4,9% y 3,9%, respectivamente. Las previsiones apuntan a un cierre del año en torno a los 5 millones de Toneladas, lo que supondría un nuevo récord histórico en nuestra economía.

Estos datos objetivos,irrefutables,no hacen sino confirmar lo que la intuición y las favorables noticias de nuevas inversiones productivas en la ciudad nos hacían creer: que la bonanza económica está sustentada en una estructura productiva sólida y que la confianza de los empresarios es cada vez más elevada.

Pero baste observar nuestra ciudad para comprender que aquí no sólo estamos consiguiendo crecimiento económico, sino también que ese crecimiento se traduzca en desarrollo común, en prosperidad y en oportunidades que alcancen al conjunto de la sociedad. En esa línea trabaja lo mejor de la ciudad que son todos los que están haciendo posible, con su esfuerzo, con su trabajo, con sus iniciativas, este “milagro económico sevillano”.