sábado, 23 de septiembre de 2006

Valor antropológico vs. valor arqueológico


Las excavaciones arqueológicas que se vienen desarrollando en la Avenida de la Constitución, como parte sustancial del proyecto de peatonalización del centro histórico, han permitido el descubrimiento de una necrópolis almohade de finales del siglo XI que parece que se corresponde con el cementerio de la Puerta de los Alfareros. Los arqueólogos han descubierto un centenar de inhumaciones de las que se hará un profundo estudio, cuyo objetivo es conocer cómo se vivía en Sevilla en la época islámica. Se podrá realizar un estudio poblacional de la época gracias a la antropología física en el que se sacará conclusiones sobre la esperanza de vida, las enfermedades y el grado de mortalidad infantil que se registraba a finales del siglo XI y principios del XII. En la necrópolis se ha venido trabajando desde hace varias semanas, con la extracción de muestras y otros elementos para su estudio en laboratorio y en la protección de los restos.

Todos los trabajos arqueológicos se han realizado siguiendo las indicaciones y valoraciones de los técnicos, las cuales han de ajustarse escrupulosamente a lo que disponen la Ley de Patrimonio y los Reglamentos de Actividades Arqueológicas, como no podía ser de otra manera. Se trata de un yacimiento de un alto valor histórico y antropológico,no tanto arqueológico, en tanto en cuanto se podrá disponer de valiosa información sobre la forma de vida de una ciudad en la que, según los restos humanos encontrados, la malnutrición estaba al orden del día por las carencias que sufrían.

Sin embargo,debido a la importancia relativa de la necrópolis desde el punto de vista arqueológico, no va a suponer retraso en las obras de peatonalización, ya que al tratarse de una actuación preventiva, se ejecutará el procedimiento estandarizado aprobado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y que está de acuerdo con los protocolos dictados por la Unesco, consistente en proteger los hallazgos con una malla geotextil y una capa de tierra apisonada, dejándola así preparada para un estudio futuro, si así se estima.