miércoles, 5 de julio de 2006

Mis abuelos

Yo nací en la casa-escuela de los maestros de La Rinconada (Sevilla). Era la casa de mis abuelos, de Justo Monteseirín González, maestro de los niños y de Herminia García Babio, la maestra de las niñas. Ellos eran originarios de Sevilla capital (ella nieta de un oficial de la Guardia Civil "sanjurjista" y sobrina de un canónigo de la Catedral de Sevilla; él, preceptor de los Benjumea de la época). Pero como maestros estuvieron ejerciendo en distintos pueblos: en Castilleja de la Cuesta, en La Rinconada y en San José. En todos ellos dejaron buena huella y mi abuelo, además, calles a su nombre. Vivieron la época de la escuela unitaria: una aula para niños y otra para niñas. He hablado mucho de ellos en estos años de alcaldía: en cada acto con maestros, con padres de alumnos…Y seguiré haciéndolo.

Mis abuelos paternos sin embargo llegaron a La Rinconada fruto de una aventura empresarial. Tenían un dinero, de una herencia, y la invirtieron en una panadería de San José de la Rinconada. Mi abuelo Alfredo, nacido en las minas de Aznalcollar y maestro de taller en las Minas de Riotinto(allí nació mi padre), murió joven de un infarto cardíaco (como todos sus hijos varones después) cuando yo tenía muy pocos años. Lo recuerdo hoy, no sé si realmente sería así, como la representación del obrero ilustrado... siempre me ha parecido, con el paso de los años, que había una similitud entre él y Pablo Iglesias, no por razones o pensamiento ideológico, sino porque como él, que era maestro de imprenta, también tenía un nivel cultural superior al del resto de los trabajadores. Mi abuela Victoria Centeno era de familia de empresarios, afincados en el reino de Sevilla (Galaroza, Zalamea, Aracena... y luego Sevilla), algunos de ellos republicanos, liberales, gente con una mentalidad laica, que sufrió la guerra y que tuvo que exiliarse incluso.
Así se conocieron mis padres: la hija de los maestros y el hijo de los panaderos de La Rinconada. Muchas veces he dicho que yo soy hijo de la "reconciliación nacional". Pero de eso escribiré otro día. Ahora tengo que irme a los Jardines de la Caridad a escuchar lo que sostiene Mañara.