Sevilla en el Programa Marco de I+D de la Unión Europea
Sevilla es una antigua ciudad europea, con todo lo que ello conlleva en cuanto a referencias económicas, sociales y culturales. Una ciudad que ya en el siglo XVI era una de las mayores ciudades del continente y auténtico epicentro de los trascendentales cambios que para Europa supuso el descubrimiento de América,
cuyas riquezas llegaban a su puerto remontando al río Guadalquivir. Sin lugar a dudas, la ciudad de Sevilla estaba en el centro del mundo económico y de los tráficos comerciales: salvando las distancias temporales, era una ciudad global.
Esa historia urbana, prolongada y densa de acontecimientos, convierte a la ciudad de hoy en un espacio urbano y social complejo, lleno de señas de identidad, con un patrimonio monumental y cultural de una belleza ampliamente reconocida, y también que ha sabido confluir en la actualidad con un sólido proyecto de economía urbana abierto al mundo.
En este sentido el Gobierno de la ciudad, a través de nuestra agencia local de desarrollo Sevilla Global, está promoviendo que la ciudad, Sevilla, sirva de banco de pruebas a tecnologías de última generación.
Con ello podemos conseguir abrir una canal más de transferencia de tecnología para nuestras empresas locales. Este ha sido uno de los principios inspiradores para consolidar la presencia de Sevilla Global en el Programa Marco de I+D de la Unión Europea y de otros programas tecnológicos nacionales y regionales. http://www.psa.es/webeng/solwater/files/VIProgramaINCO/01_Informacion%20general/VI%20PM%20general/VIPMPRESCE.pdf#search=%22%22programa%20marco%20i%2Bd%22%20%22union%20europea%22%20sevilla%22
Este proyecto de economía urbana, una de las dimensiones de la modernidad hoy día de Sevilla, descansa en una magnífica dotación de infraestructuras, que mejora día a día como lo muestra la construcción del Metro de Sevilla o la profunda renovación urbana que ya han visto que estamos haciendo en el centro histórico, en la que los peatones, las personas, están a punto de vencer a un tráfico cada vez más insostenible.
Sevilla dispone de una joven y cualificada población; de un talante cosmopolita y abierto, una calidad de vida como sigo distintivo y a una creciente capacidad de gestión como colectividad, sobradamente demostrada en eventos globales como fue la Exposición Universal de 1992.
Sevilla cuenta, desde hace cinco siglos con una de las más importantes Universidades españolas, la Universidad Hispalense, con centros tecnológicos de primer nivel en el contexto internacional que hoy en día alcanza un total de más de 40 centros docentes y de investigación. A esto hay que unir los 17 centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y una segunda universidad pública, la Universidad Pablo de Olavide, que pone en evidencia el dinamismo y la demanda existente en la ciudad en relación con el desarrollo de estudios superiores y la investigación. Todos estos centros cuentan, además, con agentes especializados en transferencia tecnológica y de difusión de innovaciones
Sin duda, un elemento central de este espacio de innovación es el Parque Científico y Tecnológico Cartuja 93, al que hay que añadir el parque tecnológico aeronáutico de Andalucía Aerópolis y a medio plazo el segundo recinto de excelencia tecnológica de la ciudad, la nueva tecnópolis Sevilla-Alcalá que englobará en su totalidad la Universidad Pablo de Olavide, a la que ya he hecho referencia.
La conclusión que hay que extraer de toda esta información es que Sevilla se mueve, reforzando su condición de ciudad clave del sur peninsular, y en paralelo reinventándose a sí misma para los nuevos tiempos. Tras Madrid y Barcelona, Sevilla ofrece hoy día la mayor oferta de empresas de ingeniería y servicios avanzados, verdaderos cluster del conocimiento; las actividades logísticas potenciadas con la ampliación del puerto de Sevilla; el sector de tecnologías de la información y comunicación se expande día a día y se abren nuevas oportunidades en sectores como el de la moda y el diseño.
Grandes empresas ya consolidadas como Renault, Heineken o Abengoa desarrollan nuevos proyectos de inversión de gran envergadura y un alto componente innovador, renovando su apuesta por la ciudad. Y como no, una mención especial al proyecto más ilusionante de Sevilla en lo industrial, me refiero al proyecto aeronáutico, que hoy por hoy de la mano de EADS y con el concurso de nuestras empresas complementarias están conforman un auténtico distrito aeroespacial, en la línea de otros complejos urbano-industriales como Toulouse o Montreal.
En resumen, Sevilla se configura como un espacio de innovación y conocimiento, abierto, diverso y dinámico, preparado y dispuesto para contribuir al dibujo del paisaje europeo de investigación y desarrollo en una amplia diversidad de campos (biotecnología, biomedicina, medio ambiente, aeronáutica, espacio…) y etapas (desde actividades exploratorias hasta trabajos de puesta a punto en el mercado).